Gran parte de la sociedad ecuatoriana, mira con bastante indiferencia el avance de la astronomía a diferencia de otros países donde la curiosidad científica que provoca nuestra relación con el universo se manifiesta de manera cotidiana sea en el uso de satélites orbitales y geoestacionarios o en preguntarse dónde empieza el espacio exterior. Esta suerte de apatía también está presente en la meteorología. Tanto así que las universidades ecuatorianas no impulsan esta carrera en pre grado. Recién en el 2011 la ESPOL creó una maestría en Cambio Climático. Son algunos factores los que convergen en este fenómeno; y, la Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología, es uno de ellos porque a través de ésta el discurso científico se decodifica para llegar a públicos legos. ¿Es Ecuador un país que tiene comunicadores de la ciencia y la tecnología? ¿A quién recordamos como un comunicador especializado en astronomía y meteorología en nuestro país?
El propósito de esta investigación es sostener que el guayaquileño Eloy Ortega Soto (1900-1987) fue el primer comunicador de la ciencia en las áreas de astronomía y meteorología. Su obra no es reconocida como saber científico por un sector de la Academia, aunque su práctica científica fue no sola metódica sino experimental pese a ser empírica. Su vocación lo convirtió en comunicador en una época en que Ecuador no apoyaba a los científicos. Sus dos publicaciones más importantes son:
- La Teoría del Sol Frío en 1947.
- El Almanaque Ortega en 1966.